martes, 13 de abril de 2010

El gobierno de Nestor Kirchner


El 26 de enero de 2006 la llamada "Marcha de la resistencia" dejó de realizarse por parte de Abuelas de Plaza de Mayo y de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini afirmó que "ya no hay un enemigo en Casa de Gobierno". Otras agrupaciones de derechos humanos y partidos de izquierda no estuvieron de acuerdo y anunciaron nuevas marchas por la resistencia. Por otro lado, los jueves de cada semana de todo el año, sin importar las condiciones climáticas, a las 15.30 horas las madres de la asociación de Madres de Plaza de Mayo lideradas entre otras por Hebe de Bonafini continúan realizando la marcha alrededor de la Pirámide de Mayo y a las 16.00 realizan una alocución desde el monumento a Belgrano donde opinan sobre la actualidad mundial, y nacional.
Ideario .
Las Madres de Plaza de Mayo combinan en su ideario la lucha por los derechos humanos y el respeto y valorización de los ideales por los que lucharon sus hijos.
El pensamento de las Madres se expresa en varias consignas que definen la dictadura y la posibilidad de lucha posterior a la misma, así como el sentido de la memoria. "La única lucha que se pierde es la que se abandona" y "Ni un paso atrás" son algunas de las consignas famosas de las Madres de Plaza de Mayo. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó sobre la política y los derechos humanos:
No aceptamos ningún cargo político, pero hacemos política. No somos un organismo de Derechos Humanos ni una ONG, somos una organización política, sin partido. La vida vale vida. y el otro soy yo, el otro soy yo, el otro soy yo.
"No están muertos" .Esta idea, expresada primero por Jorge Rafael Videla en un reportaje, diciendo que no hay muertos, hay "desaparecidos", fue tomada por las madres en su lucha, de modo que gracias a esta idea, y la no aceptación de la muerte de los desaparecidos, se pudo juzgar a muchos represores, porque los crímenes no prescribían, al no aparecer los cuerpos, al no confirmarse la muerte de las víctimas. Hebe de Bonafini, expresó al respecto:
(...) poco a poco intentaron que las Madres aceptáramos la muerte de los hijos, que (...) hay que exhumarlos en los cementerios, para confirmar que están todos muertos, sin que nadie nos diga quién, cómo, cuándo y por qué. (...), no le prohibimos a la madre que así lo desee, la madre que cree que es su hijo, rescatar el cuerpo, pero no con el pañuelo blanco. Y estamos en contra de los homenajes póstumos porque así se limpian los políticos, los que estuvieron de acuerdo con la dictadura (...). En Arquitectura había 145 jóvenes desaparecidos, y querían poner todos sus nombres en una pared (...) parece que se los llevaron por estudiar arquitectura. ¡No señores, falta lo principal, eran revolucionarios, se los llevaron por eso!Rechazamos los homenajes, las plaquetas, los monumentos. ¡Seguimos diciendo que nuestros hijos viven, cada vez con más fuerza.
El plan económico tiene que ver con la desaparición .Una opinión ya expresada en 1977 por Rodolfo Walsh, dice que el plan económico de estilo neo-liberal, fue necesario imponerlo mediante la desaparición forzada, porque de otro modo, la resistencia popular habría impedido tal acción. Hebe de Bonafini, expresó:
Los militares no lo hicieron solos. EE.UU. tuvo que ver con el apoyo, cuando nos decían "el plan económico tiene que ver con la desaparición", nosotras decíamos "qué tiene que ver un plan económico con el salir a matar a la gente". No entendíamos, al principio, y aprendimos que sí, que tiene que ver, que mató y mata y va a seguir matando. Y nos opusimos, y gritamos y peleamosLos revolucionarios no son terroristas
En 1986 nos empezamos a comprometer con los problemas sociales del país. Por primera vez sentimos que la revolución crecía dentro nuestro, que nos sentíamos tan revolucionarias como nuestros hijos, que era otro momento, pero que crecía esto de la solidaridad, de estar al lado del que tiene problemas, de poner el cuerpo cuando se toma una fábrica, un periódico, una tierra. Y ahí, por primera vez, en una huelga de los estudiantes, frente a la Facultad de Medicina, nos empezamos a reconocer como revolucionarias y a hablar que nuestros hijos, en su mayoría, eran marxistas. ¡Amados y queridos hijos revolucionarios y guerrilleros, mis queridos y amados guerrilleros! Y fue muy difícil sacarle a la gente la idea de que nuestros hijos eran "terroristas", pasarlos de "terroristas" a revolucionarios. Porque esa fue la excusa que tuvo la sociedad, no sólo los militares, para quedarse tranquila, en su casa, "si son terroristas, que los maten, que los torturen, que los tiren vivos al río". "Si son terroristas, sus familias también son terroristas", y nos pintaron las casas y nos persiguieron y llenaron las ciudades de carteles denunciando a las Madres, a los hijos. Y nosotras, nada. Fuerza y Plaza y grito y carteles, y buscar más y más asesinos. No es fácil hablar de revolución. Los medios han hecho tanto para unir revolución, guerrillero y revolucionario con terrorismo, para quitarnos la palabra revolución de la cabeza. ¡Nunca un revolucionario es terrorista, jamás quien da su vida por el otro es terrorista!
Socializar la maternidad .
Le prometimos a los hijos que no los íbamos a abandonar, y no los hemos abandonado, les prometimos que no iba a haber un sólo militar que pudiera salir a la calle a poner un cartel o una foto.... y no han podido, llenamos la ciudad con las fotos de nuestros hijos, con sus hermosos rostros, con sus hermosos ojos, con sus sueños y con sus esperanzas, sin nombres, porque las Madres, en un acto absolutamente revolucionario, "socializamos la maternidad". Mientras todos decían "mi hijo no hizo nada, a mi hijo se lo llevaron por la novia, a mi hija se la llevaron porque tenía una amiga". Todos ponían una excusa, había pocos que querían reconocer que se lo habían llevado porque hacían algo, porque estaban comprometidos, porque amaban (aplausos, Hebe se emociona).Y qué quería decir socializar la maternidad: creo que es el acto más revolucionario que las Madres hicimos, además de ir a la Plaza. En un momento en donde todos hablaban de la reconciliación, de la paz social, del trabajo, de todas estas cosas que se hablan cuando se quiere que uno se quede tranquilo, de la tolerancia, cuando se hablaba de todo eso, nosotras socializábamos la maternidad. Y qué quiere decir esto: hacernos Madres de todos, sin elegir, desde el guerrillero que estuvo en el monte tucumano, al compañero revolucionario de la ciudad, al que alfabetizaba, a los curas que defendían y protegían a nuestros hijos y que también se los llevaron. A los pibes de la noche de los lápices, a los trabajadores, esos sindicalistas honestos, serios, grandiosos, que hacían sentir que el trabajo era lo mejor que nos podía pasar.Socializar la maternidad fue el hecho más fuerte de las Madres, y el compromiso político más firme.Y empezamos a llevar denuncias para cien, doscientos. Los jueces nos decían "¿y ustedes saben lo que están haciendo?" y nosotras respondíamos "claro", "pero no se puede", y "sí se puede, cómo que no". Esta acción, a cada Madre le llevó su tiempo. Ninguna Madre pudo evolucionar de un momento para otro. Había que sacar el nombre (de cada hijo) del pañuelo, dejar la foto que llevábamos en el pecho colgada, dejar de pensar en nuestro hijo para pensar en todos los hijos, porque todos, no importa de qué partido u organización, querían lo mismo: la liberación de la patria, querían trabajo para todos, salud, dignidad, educación y formación política. Y eran alegres, eran felices, trabajaban, nunca estaban cansados, estudiaban y tenían una militancia muy activa. Cada Madre tomó su tiempo, y poco a poco, todas nos sentimos orgullosas, grandes, por tener tantos hijos, por reivindicarlos, por decirle al mundo entero que es mentira que "no hacían nada, se los llevaron por estar en una libreta, se lo llevó la novia..." Se jugaron el todo por el todo. Cuántas veces nos repitieron "no importa, mamá, cuánto tiempo uno viva, sino para qué y porqué uno está viviendo". Y es verdad, tenemos un orgullo inmenso de tener estos hijos.
La revolución empieza por la transformación personal.
No es que uno tiene que dar una bolsa de ropa que nos sobra, no, hay que dar la mejor comida, la mejor cama y lo mejor que tenemos que es la vida. Poner la vida y el cuerpo al servicio del otro. Eso es la revolución, no es salir a tirar tiros por la calle, ¡qué esperanza! La revolución es cuando uno se transforma, primero uno, no hay revolución sin hombres nuevos, sin hombres que se puedan transformar, no importa cuántos años tenga uno, es mentira que hay que empezar de jovencito, no, mi transformación comenzó cuando tenía 49 años, cuando desapareció mi hijo mayor, ahí me convertí en otra persona. Me convertí en otra persona, en otra mujer, en otra madre. Porque las madres de nuestra época siempre estuvieron ligadas al sacrificio, a crear los hijos limpiar la casa y tenerla prolija, toda lustrada, cuidar al marido, no a la revolución, a la madre revolucionaria, comprometida con la política. No, la mujer no tenía que hacer política en esa época, de política hablaban los hombres, las mujeres de la cocina y de los hijos.[1]
La policía
La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó sobre la institución policial en la Argentina:
A la hora que sea vamos a una comisaría a sacar un pibe (...). Si hay alguien que toma una tierra para instalar sus pobres casas que a veces son dos chapas, y después que con tanto sacrificio lo hacen viene la policía y les pega y los echa, entonces nos llaman y vamos, a la hora que sea. Porque nuestros hijos que nos dejaron este legado, ellos nos enseñaron que la solidaridad tiene que ver con lo que uno da. Mas policías en la calle no es más seguridad, es más mierda, más represión, más basura.
Relaciones
Unidas por la desgracia, las Madres se convirtieron en un grupo de activistas en defensa de los derechos humanos. Aseguran que nacieron por sus hijos, dado que por ellos alcanzaron la conciencia política de la lucha social, y que son las madres de todas las víctimas de la represión en Argentina y según expresiones suyas, "de todos los que luchan por la igualdad social en el país y en el mundo". La manifestación de las Madres fue una de las primeras manifestaciones públicas contra la dictadura. Su distintivo es el pañuelo blanco sobre la cabeza, representando a los que anteriormente habían servido como pañales de sus hijos desaparecidos.
La organización está históricamente relacionada con las Abuelas de Plaza de Mayo, cuyo objetivo es recuperar la identidad de los cientos de niños que fueron secuestrados por las autoridades militares durante la dictadura, y con la asociación HIJOS, formada por los hijos de los detenidos desaparecidos que desean continuar la lucha de sus padres y sus abuelas.
Educación
La Fundación Madres de Plaza de Mayo ha creado varias instituciones:
El Café literario y Librería "Osvaldo Bayer"
Con la democracia y la instalación de la llamada "casa de las madres" en la plaza del congreso, se empiezan a desarrollar nuevos proyectos.
Aprendimos todos los días. Nos decíamos, ¿y ahora qué más? La Plaza, las reuniones, los encuentros, Congresos, ver presidentes de todo el mundo, el Parlamento Europeo, la ONU. ¿Y qué más? Un día hablando con unos jóvenes, dijimos qué lindo poner una Librería. El Café literario y Librería "Osvaldo Bayer" fue el primer hijo que las Madres parimos con el tema de la educación. Allí, los primeros seminarios colmados de gente, y nos dijimos qué bárbaro, cuánta gente viene, que quiere discutir.
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo [editar]
Artículo principal: Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
En el anho 2000 las madres crean la autodenominada Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.
El 6 de abril de 2000, abrimos la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Esto que hacemos, no lo hacemos solas. La Universidad no es una casualidad; tiene que ver con el proyecto de las Madres y con los profesores que creen en el proyecto, que no cobran sueldo, vienen por amor a la causa, comprometidos desde el primer día. La Universidad es combativa, revolucionaria, y es ilegal: cuando la abrimos dijimos cómo vamos a pedirles a los fascistas que nos autoricen la universidad. Nosotras tenemos derecho de abrirla, por qué no. Y alumnos y profesores creyeron en el proyecto. Empezamos con doscientos alumnos y cinco carreras y hoy tenemos once carreras, seminarios, clases abiertas y dos mil alumnos que nos llenan de orgullo. Cuando estuve en Asturias, coincidí con unos chicos que estudian periodismo de investigación en nuestra universidad, e hicieron una película que fue premiada. Cuando los escuchaba hablar yo me dije "no precisamos nada que presente la Universidad, ni un papel, ni un afiche, ellos contando lo que aprenden en nuestras aulas lo están haciendo". Abrir una Universidad sin pedirle permiso a nadie, no hay mucha gente que se le ocurra. Que además funcione, que tengamos convenios con otras universidades. Y, ¿saben quién vino a inaugurarla?: el rector de la Universidad de Salamanca, de la universidad más antigua, porque somos corajudas y lo invitamos, y vino y nos dijo: "A mi universidad la abrieron los reyes y esta la están abriendo las reinas". Los martes y los jueves tenemos clases abiertas, de las luchas obreras y están las cátedras bolivarianas. La Universidad es para la formación política de la juventud, en la disciplina que elijan tienen que saber de política. Tienen que saber qué es la lucha de clases, qué les pasa a la gente y al pueblo. Apoyamos a los piqueteros, las fábricas ocupadas en producción que es una cosa nueva en el mundo, nos parece una genialidad. En fin, hacemos muchas cosas, estamos preparando el Tercer Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos ahora en noviembre, y para el 2006 vamos a hacer un Congreso Internacional de Juventudes Políticas no organizadas.
La voz de las Madres
Artículo principal: La voz de las Madres
Las Madres inauguraron una radio propia, que transmite en la Amplitud modulada, llamada La voz de las Madres. El 16 de noviembre de 2005 comenzó a tener vida esta radio como un anhelo de ser una alternativa a los medios de comunicación oficiales. La radio se transmite en la 530AM de la Argentina y vía internet todo el mundo. Se ha anunciado que se escuchará a través de Radio Nacional de Venezuela.
Herencia
Las madres piensan en la continuidad de su obra a través de los jovernes que participan de su organización, así como los estudiantes de la Universidad, o los que trabajan en la Radio de las Madres. Hebe de Bonafini expresó:
El mundo nos premió, hay calles y plazas que llevan nuestro nombre, premios Sakarof, UNESCO, el premio de la libertad, de la educación; más grandes y más chicos, de pequeñas escuelas, radios, todo lo recibimos en nombre de nuestros hijos, no hay nada que sea para nosotras, nosotras somos un pequeño lugarcito, tal vez más pequeño que el útero, que recibe todo en nombre de ellos. Y hoy, también, en nombre de nuestras compañeras que no están, no sólo de las que fueron secuestradas, sino de muchas que han ido muriendo y cuyas cenizas están en la Plaza.Porque cuando no estemos más, vamos a seguir estando ahí, en la Plaza, naceremos por las hojitas, por las florcitas, por los árboles, por los pajaritos, vamos a estar.
somos felices con lo que hacemos. Sí, tenemos entre 75 y 91 años, estamos aquí, ustedes nos ven (aplausos).No faltamos un día a la Casa, no faltamos a la Plaza, y tenemos una reunión de Comisión por semana.
Filiales del Interior [editar]
Aunque habría filiales en el interior del país, en realidad estarían relacionadas con los lugares de vivienda de las propias madres, y con la posibilidad de agruparse ante un hecho puntual.
Y en este andar, cuando empezamos a recibir, en esos tiempos tan difíciles, compañeras que venían de otros provincias, que estaban algunas organizadas en la iglesias y otras no, empezaron a organizarse como filiales de Madres, en los lugares donde también había habido muchas desapariciones. Hay filiales que están aquí presentes: compañeras de Mar del Plata, de Ayacucho, una compañera de La Rioja, un lugar difícilísimo, donde a veces sólo dos compañeras marchaban en la Plaza, en el lugar donde estaba Menem. Es increíble el esfuerzo que han hecho estas Madres en cada provincia. Tenemos encuentros anuales, uno o dos, según podemos, con todas las Madres para decidir, tomamos muchas decisiones, a veces, muy criticadas por la sociedad.

El 3 de octubre de 2007, se completó el traspaso de los edificios ubicados en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención “Escuela de Mecánica de la Armada”. Se abrieron entonces las puertas del “Espacio para la memoria y para la promoción y defensa de los Derechos Humanos” que había sido creado el 24 de marzo de 2004. Estuvieron presentes en el acto la ministra de Defensa Nilda Garré, el Jefe del Estado Mayor de la Armada almirante Jorge Godoy, el ministro de Justicia de la Nación Alberto Iribarne, y el Secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, sobrevivientes del Centro y representantes del movimiento de Derechos Humanos. Este acto de devolución de los edificios por parte de la Armada a la Comisión Bipartita (formada por representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación y de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires), constituye un hito en la búsqueda de nuestra sociedad por crear un espacio donde ejercitar la memoria sobre lo ocurrido durante los años del terrorismo de Estado.

Los indultos de Menem


Se conoce como los indultos de Menem una serie de diez decretos sancionados el 7 de octubre de 1989 y el 30 de diciembre de 1990 por el entonces presidente de la Argentina Carlos Menem, indultando civiles y militares que cometieron delitos durante el Proceso de Reorganización Nacional incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el Juicio a las Juntas de 1985, al procesado ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y los líderes de las organizaciones guerrilleras.[1] Mediante estos decretos fueron indultados más de 200 personas.[2]
Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y los indultos de Menem son conocidas como las leyes de impunidad.

El 7 de octubre de 1989 el presidente Menem sancionó cuatro decretos indultando a 220 militares y 70 civiles.
Decreto 1002/89: Indulta a todos los jefes militares procesados que no habían sido beneficiados por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, excepto el ex-general Carlos Guillermo Suárez Mason, que había sido extraditado de los Estados Unidos.
Decreto 1003/89: Indulta a líderes y miembros de los grupos guerrilleros y otras personas acusadas de subversión, entre ellas personas que se encontraban muertas o "desaparecidas". También indulta a militares uruguayos.
Decreto 1004/89: Indulta a todos los participantes de las rebeliones militares carapintadas de Semana Santa y Monte Caseros en 1987 y de Villa Martelli en 1988.
Decreto 1005/89: Indulta a los ex-miembros de la Junta de Comandantes Leopoldo Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo, condenados por los delitos cometidos en la conducción de la Guerra de las Malvinas.

El 29 de diciembre de 1990 el presidente Menem sancionó seis decretos indultando a un nuevo grupo de personas.
Decreto 2741/90: Indulta a los ex miembros de las juntas de comandantes condenados en el Juicio a las Juntas de 1985 Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Viola, y Armando Lambruschini. Indulta también a los militares condenados en crímenes de lesa humanidad Ramón Camps y Ovidio Riccheri.
Decreto 2742/90: Indulta a Mario Eduardo Firmenich, líder de la organización guerrillera Montoneros.
Decreto 2743/90: Indulta a Norma Bremilda Kennedy procesada por malversación de fondos públicos.
Decreto 2744/90: Indulta a Duilio Antonio Rafael Brunello condenado a inhabilitación absoluta y perpetua por el delito de malversación de fondos públicos.
Decreto 2745/90: Indulta al ex-ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz procesado por participación en los delitos de lesa humanidad (secuestro y torturas) contra Federico y Miguel Ernesto Guthein.
Decreto 1005/89: Indulta al ex militar Guillermo Suárez Mason por delitos de lesa humanidad

Ley de obediencia debida


La Ley de Obediencia Debida n.º 23.521 fue una disposición legal dictada en Argentina el 4 de junio de 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, que estableció una presunción iuris et de iure (o sea, que no admite prueba en contrario) que los hechos cometidos por los miembros de las fuerzas armadas, durante la guerra sucia y el Proceso de Reorganización Nacional, no eran punibles por haber actuado en virtud de obediencia debida.La obediencia debida (también llamada obediencia jerárquica, cumplimiento de mandatos antijurídicos o cumplimiento de órdenes antijurídicas), en Derecho penal, es una situación que exime de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta eximente, dejando subsistente la sanción penal de su superior.

Algunos de los beneficiados por la norma fueron el ex capitán de fragata Alfredo Ignacio Astiz y el general (R) Antonio Domingo Bussi, contra los cuales existían numerosas pruebas de la comisión de delitos de lesa humanidad.

La Ley 23.456 de Punto Final argentina, promulgada el 24 de diciembre de 1986 durante la presidencia de Raúl Alfonsín, estableció la paralización de los procesos judiciales contra los autores de las detenciones ilegales, torturas y asesinatos que tuvieron lugar en la etapa de dictadura militar. Literalmente, "se extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta el 10 de diciembre de 1983."La ley, que sancionaba la impunidad de los militares por la desaparición de 30000 personas, fue objeto de una viva polémica. Sólo quedaban fuera del ámbito de aplicación de la ley los casos de secuestro de recién nacidos, hijos de prisioneras políticas destinadas a desaparecer, que eran por lo general adoptados por militares, quienes borraban las huellas de su verdadera identidad.

Juicio a la junta militar


Se conoce como Juicio a las Juntas el proceso judicial realizado por la justicia civil (por oposición a la justicia militar) en la Argentina en 1985, por orden del presidente Raúl Ricardo Alfonsín (1983-1989) contra las tres primeras juntas militares de la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) debido a las graves y masivas violaciones de derechos humanos cometidas en ese período.
La sentencia condenó a algunos integrantes de las tres primeras juntas militares a severas penas. Estos fueron indultados en 1990 por el presidente Carlos Menem. A partir de 2006 la justicia comenzó a declarar inconstitucional los indultos decretados.
El 15 de diciembre de 1983, cinco días después de asumir como presidente, sancionó los decretos 157 y 158. Por el primero se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976 hasta la Guerra de las Malvinas.
El mismo día creó una Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP, integrada por personalidades independientes para relevar, documentar y registrar casos y pruebas de violaciones de derechos humanos, y fundar así el juicio a las juntas militares.

Con el fin de dar un fuerte apoyo a la investigación sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura, el presidente Alfonsín creó una comisión de ciudadanos notables, que llamó Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
La CONADEP estuvo integrada por ocho miembros elegidos por el presidente, tres miembros elegidos por la Cámara de Diputados, y cinco secretarios. Entre ellos se encontraban el escritor Ernesto Sabato, el médico René Favaloro, el científico Gregorio Klimovsky, el rabino Marshall T. Meyer, el pastor evangélico Carlos Gattinoni, el sacerdote católico Jaime de Nevares, la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú y la activista de derechos humanos Graciela Fernández Meijide.
Los miembros de la CONADEP recorrieron la Argentina, España, Francia, México y otros países entrevistando a eventuales testigos de violaciones de derechos humanos. Tuvo la virtud de promover la confianza para que esos testimonios salieran a la luz.
El resultado fue un cuadro aterrador que superó las peores evaluaciones previas. Fundamentalmente quedó en evidencia que las violaciones masivas de derechos humanos fueron ejecutadas sistemáticamente obedeciendo a un plan decidido en los niveles más altos del gobierno militar.
La comisión trabajó nueve meses y elaboró un informe de 50.000 páginas que está considerado como un monumento jurídico y uno de los documentos más importantes de la historia de los derechos humanos.
La CONADEP documentó acabadamente alrededor de 9.000 casos concretos de violaciones de derechos humanos. Por su seriedad y neutralidad, el Informe Nunca Más no solo constituyó una prueba fundamental en el Juicio contra las Juntas, sino que produjo un impacto cultural de enorme magnitud en la sociedad argentina.
En 20 de septiembre de 1984 la CONADEP produjo su famoso informe titulado “Nunca Más” y sus miembros concurrieron a entregarlo al presidente Alfonsín a la Casa Rosada acompañada de una multitud de 70.000 personas.

Luego de la sanción del Decreto 158/83, las juntas militares comenzaron a ser enjuiciadas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas el 28 de diciembre de 1983, debido a que en ese momento las leyes vigentes establecían que los militares solo podían ser enjuiciados por tribunales militares, sin importar el delito cometido.

Los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal que juzgó a las Juntas Militares fueron Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio. Durante el juicio, los jueces rotaron cada semana en la presidencia del tribunal.
El fiscal fue Julio César Strassera con quien colaboró el fiscal adjunto, Luis Gabriel Moreno Ocampo. Todos los demás funcionarios a los que se solicitó colaboración se negaron a ello con diversas excusas.Debido a que la cantidad de delitos sobre los que existían constancias superaban los diez mil, el fiscal Strassera tomó la decisión de recurrir a un mecanismo utilizado por el Consejo Europeo de Derechos Humanos, sobre la base de casos paradigmáticos. La fiscalía presentó entonces 709 casos, de los cuales el tribunal decidió examinar 280.
Entre el 22 de abril y el 14 de agosto de 1985 se realizó la audiencia pública. En ella declararon 833 personas. Las atrocidades que revelaron muchos de esos testimonios sacudieron hondamente la conciencia de la opinión pública argentina y mundial. El escritor Jorge Luis Borges, quien asistiera a una de ellas, relató su vivencia en un artículo para la agencia española EFE con el título de "Lunes, 22 de julio de 1985". En una parte de dicho relato dice:

De las muchas cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó, para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una suerte de inocencia del mal.

Entre el 11 y el 18 de septiembre de 1985 el fiscal Julio César Strassera realizó el alegato de la fiscalía, que luego ha sido considerado como una pieza histórica. La fiscalía consideraba que la responsabilidad por cada delito debía ser compartida por los miembros de cada junta a la que se le había probado participación. Finalmente el tribunal no aceptó este criterio, sosteniendo que las responsabilidades debían ser asignadas por cada fuerza armada, lo que produjo una considerable reducción de las penas para los miembros de la Fuerza Aérea.
Strassera cerró su alegato con esta frase:
Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: 'Nunca más".

El 9 de diciembre se dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Eduardo Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión. Los acusados Omar Graffigna, Leopoldo Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo no fueron condenados por no haberse podido probar los delitos que se les imputaban.

Fundamentalmente el fallo reconoció que las juntas diseñaron e implementaron un plan criminal y rechazó la ley amnistía sancionada por el último gobierno militar. Señala también que cada fuerza actuó autónomamente y que las penas deben ser graduadas en función de ello. Finalmente, concluyó que la fiscalía no pudo probar que, con posterioridad a 1980 se hubieran cometido crímenes que pudieran ser responsabilidad de la junta militar, exculpando así a la tercera junta (Galtieri-Amaya-Lami Dozo).

gobierno de Alfonsin


Durante el Gobierno de la democracia restaurada, comenzaron las marchas multitudinarias. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó:
En la época de Alfonsín inventamos un montón de marchas. Las Madres siempre quisimos que la gente recordara las marchas que hacíamos. Cuando vino la época de la democracia, lo que tratamos por todos los medios es que las marchas tuvieran algo para que la gente las recordara, aquélla de las siluetas, que la gente siempre recuerda. ¿Qué les queríamos decir con eso? ¡Que nuestros hijos estaban ocupando de todas maneras las calles de la ciudad! Y miles de pañuelos con la frase "Cárcel a los genocidas".
El presidente Raul Alfonsín, en un reportaje, expresó que aún había desaparecidos con vida. Entonces, la asociacion pidió cita con el Presidente para que aclarara sus palabras. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó:
Cuando lo fuimos a ver a Alfonsín por aquello que él había dicho, que había desaparecidos con vida, le fuimos a preguntar, entonces, adónde estaban, y nos dio una entrevista para el 24 de junio, a todas las Madres del país, fuimos una por cada filial, y cuatro de la Comisión. Alfonsín se habia ido, con el descaro que lo caracteriza, era el día de Gardel y se había ido al Colón a escuchar un concierto, nosotras le dijimos "claro, va al homenaje a Gardel porque está muerto y no le va a pedir nada".
Decidimos quedarnos, tomar la Casa de Gobierno, no fuimos violentas, dijimos "nos quedamos", mandamos a traer colchonetas, termos, comida, y nos quedamos en la casa de Gobierno. No sabían qué hacer con nosotros, el gobierno se decía democrático, sacarnos era difícil, les dimos asueto a los compañeros trabajadores de la Casa de Gobierno, le dijimos a los Granaderos que se fueran, dos jóvenes nuestros se pusieron en su lugar. Llegaron los periodistas y gente para acompañarnos, y al otro día nos tuvieron que atender.Tuvieron que cambiar la entrada a la Casa de Gobierno porque las Madres dormimos ahí. Nos dimos el lujo de dormir en el suelo, pero en la Casa de Gobierno.
Durante este período, las madres se separaron en dos. El grupo mayoritario, integrado por las madres de Buenos Aires y del interior del país, se llamará la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, o sólo Madres de Plaza de Mayo. El grupo escindido se llamará Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Hebe de Bonafini expresó en 2002:
El primer día que hablamos en la plaza, que no nos acordamos cuál fue, que fue una gran disputa con las [actuales]“fundadoras”, con las que se fueron. No querían[que se hablara], decían que era un gallinero hablar en la plaza, o sea que fue muy combatido el tema de hablar en la Plaza y al principio un día cada Madre hablaba hasta que le tocó hablar a una que dijo que el hijo había desaparecido en la “querida escuelita mecánica de la armada”, porque el hijo era de la armada y nos horrorizó que en la Plaza pasara eso. Y bueno, fuimos modificando y después hablaron otras, y después dijeron que hable un poco cada una, y después habló uno que era de un partido político que se zarpó, y pasaron muchas cosas hasta que se decidió que hablara una Madre con la síntesis de lo que pasaba en la semana. Y así empezamos hace muchísimos años, muchos, muchos, no sé si en el ’84 o en el ’85 a hablar cada jueves de lo que pasaba en la semana y nos empezamos a turnar hasta que las Madres dijeron que había dos o tres Madres que lo sabían hacer más fuerte, o mejor, o más completo y quedó así marcado de que hablaba Porota, Beba y yo. Si estoy yo hablo casi siempre yo y si no habla Porota o Beba, también habla Juanita, algunas veces María Gutman, pero creo que la plaza tiene eso, un sabor y una responsabilidad.
Cuando se abrieron elecciones para elegir en 1986 a la presidenta de la asociación, las actuales Línea Fundadora rechazaron que participaran madres de detenidos-desaparecidos de fuera de Buenos Aires, considerando que la asociación era sólo de Buenos Aires, con lo cual se retiraron de los comicios.
Con respecto a las medidas reparatorias a las víctimas de la represión, Línea fundadora aceptó las compensaciones económicas del Estado Argentino durante la presidencia de Raúl Alfonsín, a quien las otras madres acusaban de interferir en los juicios y posteriormente de dictar las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
En 1987, los comandantes de la dictadura militar estaban presos, pero ya habían sido aprobadas la Ley de Obediencia Debida y el Punto Final, que liberaban de responsabilidad a todos los oficiales menores al cargo de Coronel.
En diciembre, el músico Sting visitó a las Madres de Plaza de Mayo en la Casa de las Madres. La noche de su concierto del 11 de diciembre de 1987 ante 70 mil espectadores en el estadio de River Plate las invitó a subir al escenario. Ellas hicieron su ronda en escena mientras sonaba "They dance alone", el tema que había sido inspirado por las Madres de desaparecidos chilenos de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Muchos músicos argentinos sintieron alegría, envidia y vergüenza por no haberlo hecho antes. León Gieco dijo:
"Lo que yo me pregunté es que cómo era posible que nosotros no hubiésemos tenido el coraje de hacer algo con las Madres y por las Madres. Aquel tipo impecable, vestido como un dandy, que no tenía nada que ganar acá nos dio una lección de actitud."
A partir de ahí el ideario de los músicos argentinos de rock se fue poblando de relación con la lucha por los derechos humanos.
Un año después, el 15 de ctubre de 1988, los músicos Sting, Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Tracy Chapman y el senegalés Youssou N'Dour acompañados de Charly García y León Gieco actuaron otra vez en River como parte del cierre de la gira Human Rights Now! que organizaba Amnistía Internacional donde siguieron los homenajes a las Madres. Esas intervenciones eran de las pocas que se multiplicaban en los medios masivos de comunicación durante la década del '80.
A partir de la división, la orientación de las Madres como grupo político se expresó a través de los sucesivos viajes a lugares donde hay guerras o revoluciones, para dar apoyo a las víctimas, a los revolucionarios, o a los que están en contra del poder pro estadounidense. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó:
Queríamos también conocer Latinoamérica, ese calor, y por primera vez fuimos a Cuba en 1988, con ese hombre maravilloso que es Fidel que nos enseña todos los días algo, vivimos quince días con los compañeros Sin Tierra de Brasil, ese movimiento que toma las tierras y las hace producir, que demuestra que la tierra es del que la trabaja.
Fuimos a Perú, cuando los compañeros del MRTA tomaron la embajada de Japón y fueron asesinados salvajemente. Fuimos a la selva Lacandona; tres veces estuvimos con el Sub-Comandante Marcos y los Zapatistas nacidos aquel 1º de enero, cuando había tanta desesperanza, y nos despertamos con el sonido de las balas, cuando Marcos llegaba a San Cristóbal de las Casas. Fuimos a la guerra, estuvimos junto a las mujeres yugoslavas, que nunca fueron al refugio, que amaban su tierra; y luego estuvimos en Israel y en esa Palestina asediada, golpeada.Estuvimos en Iraq, vimos cómo era ese pueblo tan expoliado, ya se venía la idea de sacarles todo hasta la última gota de petróleo y de sangre.

Fin de la dictadura




Manifestación de las Madres de la Plaza de Mayo.
Cuando comenzaron a reunirse eran un grupo pequeño de Madres. Posteriormente creció hasta ser habitualmente de 300 a 400 Madres los jueves en la plaza, incorporándose los padres, hermanos, esposas, hijos, nietos de los desaparecidos y fueron formándose grupos de Madres en el interior del país. En 1980 adquieren una sede social, dejando atrás las reuniones en sus casas particulares, gracias a una donación de SAAM (Asociación Holandesa de Mujeres que se había constituido para ayudarlas). La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó al respecto:
tal vez la que marcó fue lo que te digo ahora, que las mujeres holandesas se comunicaran con nosotras ni bien nos vieron dar vueltas, esa vuelta que nadie conocía y ya tenía más de un año.[1]
luego [tuvimos] otra [casa]en Hipólito Yrigoyen 1442, y empezamos a crecer, nos regalaban cuadros, esculturas, cartas y miles de poemas y guardamos todo, desde el 30 de abril de 1977, todas las cartas que nos mandaron y mandamos; no existía internet, todo escrito a mano.[1]
Desde 1981 se realizaron las Marchas de la Resistencia , una serie de manifestaciones públicas anuales organizadas con el fin de reclamar por la vigencia de los derechos humanos. Las mismas constituyeron una enérgica reacción popular contra el Proceso de Reorganización Nacional, y su terrorismo de Estado. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó al respecto:
En 1981, la primera Marcha de la Resistencia. Discutida, nadie quería poner la palabra "resistencia", estaba la dictadura, era temerario hablar de "resistencia" (...)Hicimos la primera Marcha; en la noche quedamos sólo setenta Madres, solitas. Acompañadas de los nuestros, de esos hijos que empezaron a habitar la Plaza desde el 30 de abril, y la habitan cada jueves y cada marcha. Al otro día vinieron la gente, los organismos, las organizaciones, a acompañarnos, y a las tres y media, como correspondía, la cerramos. Y hoy la Marcha de la Resistencia es esperada cada año y cada año es más fuerte y más linda para festejar.[1]
En 1982 la junta militar reconquista las Islas Malvinas después de 149 años de ocupación británica, lo que distrajo la atención de la crisis económica a este hecho. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó al respecto:
En 1982, la guerra de las Malvinas y, entre medio, marchas, represión, cárcel, empezamos a visitar a los presos políticos en las cárceles. Un día, les llevamos cuarenta claveles rojos para que le dieran a sus madres el día antes del Día de la Madre. Y la guerra de las Malvinas donde las Madres tuvimos una posición muy dura: Rechazo a la guerra. "Las Malvinas son argentinas, los desparecidos también" dijimos en aquel momento, querían que fuéramos a tejer al Obelisco, rechazamos la guerra porque era otra muerte fabricada por los militares, infierno para un montón de pibes que fueron creyendo que salvaban a la patria, y que están olvidados, sin trabajo, tirados por ahí. Pero nosotras también los recordamos siempre, y los que murieron también están aquí.[1]
Finalmente en 1983 se anunció la convocatoria a elecciones generales, que permitiría la reapertura democrática del país. La presidente de la fundación, Hebe de Bonafini, expresó al respecto:
En 1983 empezamos a recorrer todos los partidos políticos con un documento. Los partidos que habían quedado en la heladera durante todo este tiempo se estaban preparando, venía la época en que habría elecciones, les pedíamos entrevistas y no nos daban. Habíamos hecho un documento muy duro a Alfonsín, porque le entregó la banda Bignone y Bignone era un asesino, un dictador, y sin embargo Alfonsín quiso que él le pusiera la banda presidencial.

1978 Futbol y dictadura


"Todos los presos políticos, los perseguidos, los torturados y los familiares de los desaparecidos estábamos esperando que Menotti dijera algo, que tuviera un gesto solidario, pero no dijo nada. Fue doloroso y muy jodido de su parte. Él también estaba haciendo política con su silencio." Quien formula el cargo es Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, que logró salir de la Unidad 9 de La Plata gracias a la presión internacional, el 23 de junio de 1978, dos días antes de la final. De su cautiverio recuerda el nudo de una contradicción para muchos incomprensible: "En la cárcel, como los guardias también querían escuchar los partidos, el relato radial nos llegaba por altoparlantes. Era extraño, pero en un grito de gol nos uníamos los guardias y los prisioneros. Me da la sensación de que en ese momento, por encima de la situación que vivíamos, estaba el sentimiento por Argentina."

El Mundial del 78
En Alemania moría el popular escarabajo de la Volkswagen, el Inglaterra nacía el primer bebé de probeta, en Italia se legalizaba el aborto. Sucumbían las primeras víctimas del sida, una maldición que todavía no se llamaba así. Las Brigadas Rojas asesinaban a Aldo Moro, los Estados Unidos se comprometían a devolver a Panamá el canal usurpado a principios de siglo. Fuentes bien informadas de Miami anunciaban la inminente caída de Fidel Castro, que iba a desplomarse en cuestión de horas. En Nicaragua tambaleaba la dinastía de Somoza, en Irán tambaleaba la dinastía del Sha, los militares de Guatemala ametrallaban una multitud de campesinos en el pueblo de Panzós. Domitila Barrios y otras cuatro mujeres de las minas de estaño iniciaban una huelga de hambre contra la dictadura militar de Bolivia, al rato toda Bolivia estaba en huelga de hambre, la dictadura caía. La dictadura militar argentina, en cambio, gozaba de buena salud, y para probarlo organizaba el undécimo Campeonato Mundial de Fútbol.
Participaron diez países europeos, cuatro americanos, Irán y Túnez. EL Papa de Roma envió su bendición. Al son de una marcha militar, el general Videla condecoró a Havelange en la ceremonia de la inauguración, en el estadio Monumental de Buenos Aires. A unos pasos de allí, estaba en pleno funcionamiento el Auschwitz argentino, el centro de tormento y exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada. Y algunos kilómetros más allá, los aviones arrojaban a los prisioneros vivos al fondo de la mar.
"Por fin el mundo puede ver la verdadera imagen de la Argentina", celebró el presidente de la FIFA ante las cámaras de la televisión. Henry Kissinger, invitado especial, anunció:
-Este país tiene un gran futuro a todo nivel.
Y el capitán del equipo alemán, Berti Vogts, que dio la patada inicial, declaró unos días después:-Argentina es un país donde reina el orden. Yo no he visto a ningún preso político.
Los dueños de casa vencieron algunos partidos, pero perdieron ante Italia y empataron con Brasil. Para llegar a la final contra Holanda, debían ahogar a Perú bajo una lluvia de goles. Argentina obtuvo con creces el resultado que necesitaba, pero la goleada, 6 a 0, llenó de dudas a lo malpensados, y a los bienpensados también. Los peruanos fueron apedreados al regresar a Lima.
La final entre Argentina y Holanda se definió por alargue. Ganaron los argentinos 3 a 1, y en cierta medida la victoria fue posible gracias al patriotismo del palo que salvó al arco argentino en el último minuto del tiempo reglamentario. Ese palo, que detuvo un pelotazo de Rensenbrink, nunca fue objeto de honores militares, por esas cosas de la ingratitud humana. De todos modos, más decisivos que el palo resultaron los goles de Mario Kempes, un potro imparable que se lució galopando, con la pelambre al viento, sobre el césped nevado de papelitos.A la hora de recibir los trofeos, los jugadores holandeses se negaron a saludar a los jefes de la dictadura argentina. El tercer puesto fue para Brasil. El cuarto, para Italia.Kempes fue el mejor jugador de la Copa y también el goleador, con seis tantos. Detrás figuraron el peruano Cubillas y el holandés Rensenbrink, con cinco goles cada uno.

Repercución internacional

A pesar de este hecho, las madres continuaron la lucha, hasta hacerse reconocibles durante la realización del Mundial de Fútbol de 1978 en Argentina, cuando periodistas internacionales empezaron a entrevistarlas y dieron a conocer su movimiento.Según Hebe de Bonafini:
"Para mí, una de las cosas más importantes es que Holanda haya pasado en vez del mundial (Argentina ’78) la marcha de las Madres, porque era jueves y ahí nos conoció el mundo. Yo creo que eso fue un cimbronazo muy grande para las Madres porque inmediatamente las mujeres de Holanda nos escribieron y nos dijeron “estamos a su disposición”, y ellas juntaron el dinero para que tengamos la primer casa, porque si no tan desboladas y tan desarmadas como estábamos yendo a las iglesias que nos pateaban o yendo a un confitería de la que nos teníamos que ir temprano porque si no nos llevaban presas, no sé si hubiéramos podido durar porque estuvimos tres años sin tener dónde reunirnos"
Entre los años 1978-79 Las Madres comenzaron a salir al exterior para hacer conocer el drama de los desaparecidos y solicitar que se aislara a la dictadura militar argentina, primero a Europa y luego a Estados Unidos. Tuvieron la fortuna de ser escuchadas e invitadas. Amnesty International patrocinó un viaje en 1979 que abarcó 9 países para exponer ante gobernantes de Europa y los Estados Unidos la situación real en la República Argentina.
En 1980 comenzó a surgir la idea entre las madres de que aún si los desaparecidos estuvieran muertos, se seguirá buscando el esclarecimiento como si siguieran vivos, porque el delito es constante hasta que no aparezca el cuerpo, concepto que después evolucionaria en la idea de que la víctimas que no están, no son solo las que fueron eliminadas por la dictadura, sino que ellas representan a todos los que lucharon contra el poder.
En 1980, Emilio Mignone y Adolfo Pérez Esquivel, con la convicción de que Los desaparecidos "estaban todos muertos", salieron al mundo a decir que ya no había más nada que hacer, que en 1979, cuando vino la Comisión de Derechos Humanos, se había hecho el "blanqueo" de los campos de concentración. Nosotras estábamos en Suecia, y empezamos a decir "no podemos bancar que los civiles, que el Premio Nobel, digan que están ‘todos muertos’. ¡De ninguna manera, tenemos que sacar una declaración, nadie nos dijo qué pasó con ellos, no podemos aceptar la muerte de nuestros hijos". Y el 5 de diciembre de 1980 sacamos la famosa frase, de cuestionamiento a un sistema perverso: "Aparición con vida", porque no hemos de dejar morir a nuestros hijos, "Aparición con vida" en cada lugar donde un hombre o una mujer pelean y luchan y levantan un fusil para defenderse, ahí están ellos ¡"Aparición con vida"! ¡De verdad, no es una utopía ni una locura!.

Esther Balestrino, Mary Ponce y Azucena Villaflor


lunes, 12 de abril de 2010


"La desaparición de Azucena, de Mary y de Esther, casi nos hizo temblar a este grupo que recièn empezaba. Lo hicieron para liquidarnos, ellos no pensaron que nosotras ibamos a seguir. De esas madres lo que hay que saber es que se llevaron a las tres mejores que teniamos, por que nosotras veniamos todas de no saber nada.Azucena venia de una familia peronista muy convativa y ya habia vivido mucha presion en su familia, ella ya habia sido sindicalista, tabajaba en una compañia de telefonia y era del sindicato, Mary Ponce trabajaba en la base de la iglesia del tercer mundo y Esther Balestrino era una bioquimica que venia huyendo de Paraguy, ella vino y nos dijo que se llamaba teresa. Ella era una mujer super inteligente, siempre me enseñaba muchas cosas. Me decia " MIra Hebe, cuando vos vas a una reunión y hay uno con un microfono, te tenes que dar cuenta de que ese es el que va a dirigir la reunión y la va a mandar, porque el microfono le da poder.Pero vos sabes qué tenes que hacer, aunque sea pararte arriba de una mesa, pero no lo dejes porque vos tenes fuerza para eso." y un día yo la vi parada arriba de una mesa discutiendo. Tiempo despues apareciò la hija y ella sigio con nosotras.Ella tenia un conocimiento politico impresionante.Conocia todo.Sabia todo. Lo explicaba todo."

Hebe de Bonafini.
Las madres de plaza de mayo, son una asociacion formada durante el gobierno militar de 1976, en la repùblica argentina, con el fin de recuperar con vida a sus hijos detenidos-desaparecidos y luego establecer quiènes fueron los responsables de los crìmenes de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento. Posteriormente tratan de continuar con la lucha que, ellas entienden, trataron de llevar a cabo sus hijos, a travez de la ONG madres de plaza de mayo, con su radio, universidad, cafe literario, plan de vivienda social , guarderia infantil, programas de television.
Madres de plaza de mayo se encuentra dividido en dos grupos; el mayoritario, presidido por Hebe de Bonafini, denominado madres de plaza de mayo y Madres de plaza de mayo linea fundadora, presidido por Martha Ocampo de Vasquez.
Los hijos de madres de plaza de mayo desaparecieron entre los años 1976 y 1983, periodo que durò el proceso de reorganizacion nacional, del ultimo gobierno militar.
La cifra de detenidos-desaparecidos se estima en 30.000, basado en las denuncias realizadas en los organizmos de derechos humanos. Segùn el libro "Nunca màs", informe de la comision nacional de desaparecidos, la cifra se estima en 9.000, esto se debe a que se tomò en cuenta las denuncias hechas hasta 1983, fecha en que fue publicado el libro.
El comienzo del reclamo se iniciò como una iniciativa de madres de detenidos-desaparecidos el 30 de abril de 1977. Su objetivo era poder tener una audiencia con el presidente de facto de ese momento Jorge Rafael videla. Para ellos se juntaron en Plaza de mayo en una manifestación pública para saber el paradero de sus hijos.
Fue Azucena Villaflor, una de esas madres, la que tuvo la idea de juntarse en Plaza de Mayo y mostrarse como un grupo amplio y unido, para lograr la audiencia con Videla.
Ese mismo dìa 14 madres se juntaron en la plaza y con el tiempo se le fueron uniendo màs y màs madres afectadas.
El jueves de cada semana se las veia en la plaza. Las fuerzas de seguridad le exigieron que circulen, ya que no podian estar en estado de reunion debido al estado de sitio. Desde entonces, todos los jueves se juntan en su caminata al rededor de la piramide principal de la plaza.
Entre aquellas primeras madres estubieron Azucena Villaflor, Bertha Vraberman, Haydee García Buelas y once madres mas.
La existencia de madres era dibulgada de boca en boca, ya que asi como no se conocian los desaparecidos, tampoco se sabia de las madres.
En Diciembre de ese año fueron secuestradas doce personas relacionadas con madres de plaza mayo. Hebe de bonafini propuso entonces suspender la publicación del diario que habian planeado tiempo atras, pero Azucena Villaflor se opuso expresando que si no publicaban la solicitada, nadie las vendrìa a buscar, pero tampoco nadie buscaria a sus hijos. Al dìa siguiente fue secuestrada en la esquina de su casa en Avellaneda por el grupo de tareas 3.3.2. de la escuela de mecanica de la armada (ESMA). Volvìa de comprar dicho diario.

un pañuelo blanco...